Remanso poético por el centenario de Lima Quintana en la segunda noche de Cosquín

 

El peso y el valor de la palabra del autor arropada de melodías capaces de hermanarse con esa cadencia entregó desde las 23 y por casi 40 minutos un gesto hondo y sereno que fue cautivando a la audiencia en medio de una grilla dominguera dominada por otros colores y ritmos.



El homenaje al centenario de Hamlet Lima Quintana a cargo de un numeroso elenco artístico y familiar regaló un remanso poético en una segunda noche del 63° Festival Nacional de Folclore de Cosquín donde palmas y chacareras amenazaron con hegemonizar el discurso estético de la velada.

El peso y el valor de la palabra arropada de melodías capaces de hermanarse con esa cadencia entregó desde las 23 y por casi 40 minutos un gesto hondo y sereno que fue cautivando a la audiencia en medio de una grilla dominguera dominada por otros colores y ritmos.

Enrique LlopisMarián Farías GómezCasiana TorresCarlos BergesioJulio Lacarra y Mónica Abraham pusieron voces, cuerpos y presencia a un cuidado tributo con un preciso entramado audiovisual que puso en diálogo al repertorio con las imágenes proyectadas en la pantalla ubicado en el centro del escenario.

Allí la figura de Lima Quintana fue hilando un momento de mágica comunión sin necesidad de apelar a la arenga y el grito sino construyendo apuntes cotidianos cargados de verdad y belleza que por su propia naturaleza invitan a la escucha y, con ella, a otros sentires posibles, del amor a la rabia.

Para lograr ese clima por momentos hipnótico brilló la atmósfera musical a cargo de Jorge GiulianoLeo Bernstein y Martín Castro y Martín Lima (nieto de Hamlet), al que también aportaron el bombo de Marián Farías Gómez y la guitarra de Llopis.

Mezclando sin tropiezos el recitado y la canción, el concierto comenzó con "Gente necesaria" y "Los hijos y los pájaros", que Bergesio, autor de la música de la segunda pieza, entonó surcado por la emoción.


Las estupendas "Pampa genial" (que con melodías de Oscar Alem, vibró en las gargantas de Lacarra y Abraham) y "La cuatrereada" (con música de Eduardo Andrade, a cargo de Torres y Castro) mostraron la vigencia de una alabanza al paisaje pero, además, un alerta sobre la amenaza que lo convierte en tierra para usufructo.

Enseguida Farías Gómez se lució en "La amanecida", una gema que vio nacer siendo niña en el patio de su casa familiar donde, entre otros, pasaban sus autores: el tributado y Mario Arnedo Gallo, y Llopis hizo lo propio con la conmovedora "Canción para Carlos Alonso" que creó junto al poeta en el exilio español para acompañar al pintor que había padecido la desaparición de su hija Paloma a manos de la dictadura.

Luego Lacarra recitó "La meta" como prólogo a "Los pueblos de gesto antiguo" y el artista audiovisual Felipe Lima Quintana (en representación de los hijos del literato) citó otro texto de su padre antes de un canto grupal y colectivo que alcanzó a la totalidad de los presentes con el himno "Zamba para no morir" y que Farías Gómez coronó diciendo: "Fue por Hamlet y por todos los poetas del país".

El cierre con "El antiguo" extendió ese impasse sensible que los hacedores del prodigio extendieron a la conferencia de prensa posterior donde Llopis sintetizó que la propuesta buscó "volver a instalar todo el sentir Hamlet y hacerlo desde hoy porque hablar de su obra es referir a un presente con vocación de futuro".

En ese plan, Germán, otro de los hijos del artista centenario, anunció que el 17 de marzo habrá otro tributo en el Centro Cultural Kirchner a cargo de la Orquesta de Música Argentina Juan de Dios Filiberto bajo arreglos y dirección de Popi Spatocco y con la voz de Julia Zenko.

Pero además Felipe trabaja en una película documental, Llopis está reeditando una biografía de Lima Quintana y a cargo de un disco que reúna parte de su obra al servicio de la canción y existe la idea de poder reponer para el 15 de septiembre (día exacto del cumpleaños 100) la obra conceptual "Che, diario del regreso".

La segunda luna coscoína llegó con la noticia de la salida de Kike Teruel de Los Nocheros (por lo que la actuación del miércoles será su despedida del Festival) y tras una tormenta vespertina con fuertes vientos, granizo y copiosa lluvia que por minutos convirtió en ríos barrosos a las calles del centro de la ciudad, algo que, por ejemplo, obligó a suspender las actividades en la peña del Patio de la Piri.

Pero para las 22 (hora de inicio de la fiesta en la Plaza Próspero Molina) la tempestad ya era recuerdo y, en ella, el imaginario telón se corrió para los festejos por los 20 años de La Callejera, un festivo sexteto masculino que imantó al público con un repertorio directo dominado por chacareras como "Rojo delirio", "Corazón de quebracho" y "Monte chaqueño" que fueron acompañadas, también, por distintas parejas de baile del local Ballet Camin.

La paleta del conjunto incluyó chamamé ("Puerto Tirol"), chamarrita ("Entrerriana y federal"), el cover de Leo Dan "Santiago querido" y "Soy América", entre otras canciones que seguramente serán parte del festejo del jueves a las 14 en la Plaza de la Familia (Catamarca y el río) donde se anuncian los aportes Los ChazaJuanjo AbregúMagalí Juárez, y Vale el Trago.

Aunque la chacarera también formó parte de su universo sonoro, la tucumana radicada en Córdoba Sofía Assis (Revelación en 2022) mostró un canto afinado capaz de evitar el grito y construyó un logrado set en torno a su disco debut "Septiembre".

F:pnoa.





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